domingo, 12 de abril de 2015

¡Y EMPEZAMOS LA TEMPORADA!


Aprovechando unos días de sol a principios de marzo, nos acercamos a echarle un vistazo a nuestras abejas.

Después de la debacle del año pasado tenemos que reconocer que íbamos bastante nerviosas y preocupadas por lo que nos podíamos encontrar, pero tras un primer vistazo rápido, pudimos comprobar que la situación era ya mucho mejor que entonces.


Después de la primera revisión
Tras este frio invierno perdimos un par de colmenas, lo que en apicultura se considera algo dentro de lo normal. Y aprovechando esta situación os contamos un poco sobre una de las típicas situaciones que se dan en un colmenar.

Una de las colmenas que perdimos se hizo zanganera: esta palabreja significa que por algún motivo (que en este caso desconocemos) la colmena ha perdido a la reina, que es la única hembra de la colmena que pone huevos fecundados, es decir, es la única que puede producir abejas obreras. Entonces, una obrera empieza a poner huevos no fecundados de los que sólo nacen zánganos. Esto se sabe fácilmente porque cuando se abre la colmena la mayoría de los individuos que se ven a simple vista son zánganos.
Lo que suele ocurrir si se deja que la colmena siga su evolución natural es que acabe muriendo de hambre, ya que al desaparecer las obreras no hay nadie que vaya a buscar alimento (nectar y polen).

Tres zánganos entre obreras en el panal.

Os contaremos más sobre nuestra próxima visita!